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miércoles, 31 de agosto de 2011

La sombra


El lado oscuro de nuestro Ser

En el proceso de individuación, en el viaje hacia el corazón, vamos descubriendo e integrando diferentes aspectos; el consciente va ganando terreno al inconsciente. Jung denominó sombra a aquellos rasgos o características psicológicas que están ocultos, que han sido suprimidos o rechazados, a aquellos contenidos inconscientes que aún no han visto la luz. Es, según él, « el conjunto de la vida no vivida».

La sombra está formada por todos aquellos aspectos, emociones y conductas que uno cree inaceptables y que por eso rechaza, como la rabia, los celos, la mentira, la vergüenza y el resentimiento. También pertenecen a la sombra el orgullo, la lujuria, la gula y las tendencias agresivas, actitudes que con facilidad proyectamos y reconocemos en los demás.

En efecto, podemos reconocer nuestra sombra cuando reaccionamos de manera exagerada y desproporcionada ante las actitudes, defectos y acciones de quienes nos rodean. Todos esos rasgos y características de los demás que nos molestan y nos afectan, provocando una reacción exagerada de desprecio o animadversión -como la vanidad, el egoísmo, la avaricia, la pereza o la grosería- pertenecen a nuestra sombra.

La sombra es otro aspecto que se desarrolla en la infancia -al mismo tiempo que vamos construyendo el ego- cuando nos identificamos con ciertos rasgos, rechazamos otros y decidimos: «esto soy», «esto no soy». Todos aquellos sentimientos y capacidades rechazados, excluidos por el ego, constituyen el conjunto o «saco» de la sombra.

Lo inaceptable está presente

La sombra familiar son aquellos aspectos, sentimientos y actitudes que la familia considera inaceptables para su imagen ideal, y que por ello rechaza. En algunas familias se permite la expresión de la agresividad o la tristeza, mientras que en otras se desaprueba su manifestación. Hay familias en las que no se censura hablar sobre sexualidad, en cambio en otras es inaceptable expresar afecto o mostrarse vulnerable. Cada uno puede reconocer qué rasgos o características eran inadmisibles en su familia de origen y han permanecido excluidos de la propia vida.

Hemos interiorizado que determinados aspectos son «feos» o «malos», y sin embargo la sombra contiene capacidades potenciales sin manifestar, cualidades que no se han desarrollado ni expresado. Es más, esta parte inconsciente que rechazamos porque no la podemos asumir, cuando la vemos en los demás nos proporciona todo tipo de malestares y conflictos.

Para iluminar ese potencial que se halla en la oscuridad e integrarlo es imprescindible en primer lugar reconocerlo. Trabajar con la sombra implica aceptar lo que hay en cada uno de nosotros: agresividad, ansias de poder, envidia, arrogancia. Ahora bien, aceptar no significa vivir la sombra sino simplemente reconocer lo que no se corresponde con la idea e imagen que he construido de mí. Todos estos contenidos han de ser reconocidos, aceptados e integrados porque, mientras estén reprimidos, actúan en nuestra contra. La sombra puede llegar a ser una amiga generosa si la acogemos, pero una enemiga peligrosa cuando la ignoramos y no la tenemos en cuenta.

Realmente el trabajo con la sombra supone acceder a nuestro potencial inconsciente, lo que posibilita ampliar en muchos aspectos una identidad limitada. Cuando accedemos a la sombra conectamos con nuestras capacidades ocultas, aumentamos el conocimiento de nosotros mismos, nos liberamos de la culpa y la vergüenza, y nos aceptamos de una manera más completa. Al incorporar la sombra podemos dar cauce de una forma más sana a nuestras reacciones y sentimientos, somos capaces de reconocer nuestras proyecciones y, como consecuencia, relacionarnos de un modo más saludable y sincero con los demás.

Un procedimiento para trabajar con la sombra es establecer diálogos imaginarios con ella, exagerando aquellos rasgos que excluimos, teatralizando. Así, vamos reconociéndola y podemos ir integrándola, ampliando nuestra conciencia, para que pase a formar parte de nuestra vida cotidiana.

Aceptar nuestra sombra, liberarnos de su dominio y reconciliarnos con ella forma parte del camino de individuación, de la integración del Sí mismo auténtico. Cuanto más rígidamente estemos identificados con nuestro ego, cuanto más cristalizada se halle nuestra personalidad, más sombra arrojaremos, más dificultades tendremos para reconocerla y más amenazados nos sentiremos por ella.

Amar la imperfección

Las personas que se preocupan en exceso por su imagen tienden a culpabilizar a los demás de cuanto les sucede, mienten y se engañan a sí mismas porque son incapaces de reconocer sus debilidades. Como no quieren asumir su sombra, la proyectan en el exterior y la ven reflejada en los demás. Les cuesta aceptar sus errores y tomar conciencia real de sí mismas, por lo que resultan personas difíciles en las relaciones. Sin embargo, nada hay de malo en reconocer que somos humanos, y que en todos nosotros existen en mayor o menor medida las cualidades y defectos propios del ser humano. Es más, como señaló Oscar Wilde: «No es lo perfecto, sino lo imperfecto lo que precisa de nuestro amor».

Jung afirmó que la sombra contenía un noventa por ciento de oro puro, lo que evidentemente supone tener reprimida una gran cantidad de energía y potencial positivo. Recogiendo la idea del proceso de alquimia del médico Paracelso, máximo representante de la alquimia medieval, Jung realiza un paralelismo para explicar el proceso de individuación en que la mezcla, depuración y transformación de los contenidos inconscientes posibilitan la realización de nuestro máximo potencial.

El hecho de querer afrontar e integrar nuestra sombra nos obliga a reconocer la totalidad de nuestro ser, que contiene el bien y el mal, lo racional y lo emocional, lo masculino y lo femenino, lo consciente y lo inconsciente. El proceso de llegar a ser personas completas y únicas requiere abrazar la luz y la oscuridad al mismo tiempo, albergar e integrar las polaridades que conforman la vida.

La armonía interior se halla en nuestras manos y pasa por esta reconciliación. Completándonos, integrando los opuestos complementarios, encontraremos el camino hacia la paz y el bienestar. Esto implica trascender dualidades, vivir en la paradoja para que pueda emerger algo nuevo, componer una tras otra nuevas síntesis que nos lleven a alcanzar la totalidad.

lunes, 29 de agosto de 2011

Planta venenosa " El Estramonio "

Higuera del infierno, burladora, berenjena del diablo... Tal y como indican sus múltiples nombres populares, el estramonio es un viejo conocido desde la antigüedad por sus propiedades hipnóticas y alucinógenas.

Utilizado ya en la antigua Roma por las bacantes, las adoradoras del dios del vino, sus efectos aparecen también citados en numerosos documentos de brujería y chamanismo desde la Edad Media.

Su relación con el ocultismo se debe, sin duda, a que contiene una gran cantidad de alcaloides como la atropina, escopolamina e hiocinamina, que provocan en quien lo consume delirios, agitación y distorsiones en la percepción de la realidad, entre otros síntomas.


Estramonio Pablo Galán Proyecto Anthos
Aunque no es frecuente, en los últimos tiempos los servicios de urgencias han documentado algunos casos entre jóvenes que lo emplean como sustancia estupefaciente, como parece haber sido el caso de los dos jóvenes fallecidos el pasado fin de semana en Madrid.

"Es una sustancia peligrosa", advierte Ana Ferrer, jefa de la Unidad de Toxicología clínica del Hospital Clínico de Zaragoza. "Tiene una importante acción sobre el sistema cardiovascular y puede llegar a provocar un ataque al corazón", explica esta especialista.

Algunos de los principios activos contenidos en el estramonio se emplean habitualmente en medicina, pero "sin control de la dosis", sus efectos pueden ser altamente dañinos, continúa Ferrer, quien aclara que la toxicidad de la planta es alta tanto si se consume de forma oral –a través de infusiones- o fumada.

Por otro lado, la mezcla de esta sustancia con otros estupefacientes o con alcohol puede provocar un cóctel explosivo. "Habría que conocer las dosis consumidas, pero sin duda, la asociación de distintas sustancias que actúan sobre el sistema nervioso y cardiovascular aumenta la peligrosidad", subraya.

La 'Datura stramonium', el nombre científico de la planta, es muy común en toda la Península Ibérica y pertenece a la familia de las solanáceas. Sus hojas son de color verde intenso y presenta flores blancas.

jueves, 25 de agosto de 2011

Vive la sabiduria del Tao

Vaciate del todo.
Deja que tu corazón esté en paz.
Entre las prisas de idas y venidas mundanas,
observa como los finales se convierten en principios.
Las cosas florecen, una a una,
sólo para regresar a la Fuente...
a lo que es y a lo que será.
Volver a la raíz es encontrar la paz.
Encontrar la paz es cumplir nuestro destino.
Cumplir nuestro destino es ser constante.
Practicar la constancia se llama visión.
No conocer este ciclo conduce al desastre eterno.
Praticar la constancia nos da perspectiva.
La perspectiva es imparcial.
La imparcialidad es la mayor nobleza.
La mayor nobleza es Divina.
Siendo divino eres uno con el Tao.
Ser uno con el Tao supone la eternidad.
Este camino es para siempre;
no existe la muerte física.

viernes, 19 de agosto de 2011

Curiosidades sobre " El Papa "


Los zapatos rojos del Papa
Uno de los aspectos que llama la atención de Benedicto XVI es su calzado. Los llamativos zapatos rojos rompen con la armonía blanca de su vestimenta y muchos se preguntan cuál es su significado. La respuesta está en la historia clásica. En el imperio bizantino, el color rojo simbolizaba el poder. Así, solo el emperador, la emperatriz y el papa estaban autorizados a vestir así, de pies a cabeza. Todo cambió en 1276, cuando Inocencio V comenzó a vestir sotana blanca manteniendo, no obstante, los zapatos rojos. ¿Por qué motivo? Según la Iglesia Católica, para simbolizar la sangre de Cristo y los mártires que, al regar el suelo, impregnarían el calzado de este color. Muchos fieles se preguntarán: ¿por qué entonces Juan Pablo II no los llevaba? Efectivamente, el predecesor de Benedicto XVI en el trono vaticano llevaba zapatillas de color café como muestra y símbolo de humildad y pobreza. Sin embargo, en un gesto polémico, el actual Papa recuperó los zapatos rojos cuando Adriano Stefanelli le entregó un par de Prada tras su nombramiento en una audiencia privada.

jueves, 18 de agosto de 2011

Vive la sabiduria del Tao

Los antiguos maestros eran profundos y sutiles
Su sabiduría era insondable
por lo que no hay modo de describirla.
Solo puede definirse vagamente por su apariencia.
Vigilantes, como hombres que cruzan un arroyo en invierno.
Alertados, como hombres conscientes del peligro.
Simples como la madera sin tallar.
Huecos como cavernas.
Dóciles, como el hielo a punto de derretirse.
Amorfos, como el agua turbia.
Pero el agua más turbia se aclara al permanecer inmóvil.
Y de esa quietud surge la vida.
El que sigue el Tao no desea estar lleno,
y precisamente porque nunca está lleno,
puede seguir siendo como un brote oculto
que no tiene prisa por madurar antes de tiempo.
DYER

lunes, 15 de agosto de 2011

Flor de sal

La flor de sal es una forma de sal pura, recolectada según técnicas muy tradicionales en Europa, cuyo origen es marino. Se produce a la caida del sol, por contraste térmico, debido al enfriamiento de la salmuera que reduce su solubilidad y propicia la precipitación (cristalización) másiva de pequeños cristales de sal que, debido a la densidad de la salmuera quedan en superficie formando una especie de telo. Este fenómeno es especialmente acusado en las salinas de Cabo de Gata (Almería), situadas en el cabo del mismo nombre en el punto más suroriental de la península ibérica que, por su clima subdesértico, tiene contrastes térmicos en la época estival de hasta 20 grados centígrados, lo que unido a la pureza del agua del mar en esta zona hace que la flor de sal de Cabo de Gata sea la reina de este tipo de sales,aunque existen otras en diferentes partes del mundo. Su nombre en francés es "Fleur de Sel". Tiene una mezcla entre un sabor sutil a violetas y un delicado olor marino.

En España las más exclusivas son las extraídas en las salinas de Cabo de Gata en el Parque Natural de Cabo de Gata-Nijar y las de las Salinas de Mallorca. Estas salinas comparten hábitat con especies de flora y fauna protegidas y mantienen intacta la tradición salinera más antigua.

La Flor de Sal se recoge manualmente y no pasa por ningún proceso industrial. Se mantiene en sacas durante un año dejando que el sol y el viento la seque para dar un producto puro, sin aditivos ni transformación y de producción muy limitada. Se la considera la reina de las sales por su textura fina y crujiente. Son cristales de sal, si te fijas atentamente los puedes distinguir.

Recogerla es complicado porque el proceso de cristalización se produce en la superficie del agua al amanecer. La recolección se lleva a cabo sólo los días que no sopla el viento para evitar que el grano de sal se vaya al fondo y se hace manualmente con una pala. Tiene un sabor inconfundible y una propiedad única como sal: por mucho tiempo que pase no se apelmaza y se mantiene con sus propiedades intactas.

La flor de sal se produce en la superficie de los ristalizadores de las salinas tradicionales marítimas. Las más afamadas se producen en las salinas de Cádiz y Huelva, tanto en el Parque Natural Bahía de Cádiz (San Fernando) como en Isla Cristina. Este tipo de sal se recoge rápidamente tras su cristalización para que el cristal formado sea inferior a 3 milímetros. Este cristal es secado al sol y al viento y limpio se envasa directamente sin tratamiento adicional alguno. Sus características organolépticas son:

Color blanco puro o levemente grrisaceo, a veces incluso levemente rosaceo Sabor menos salado que la sal común de cualquier tipo. No se apelmaza Es suave al paladar y se disuelve con facilidad al sazonar los distintos alimentos. Sin olor.

Esta sal se utiliza siempre vertiéndola en la última fase de emplatado, justo antes de servirse, debido a que suele fundirse fácilmente con los jugos de los alimentos. Puede emplearse en cualquier tipo de cocina.

jueves, 11 de agosto de 2011

Vive la sabiduria del Tao



Lo que no se puede ver se llama invisible.
Lo que no se puede oír se llama inaudible.
Lo que no se puede tocar se llama intangible.
Estas tres cosas no se pueden definir.
Por lo tanto se funden en una sola.
Cada una de estas tres cosas es difícil de describir.
Mediante la intuición puedes verlo,
oírlo
y palparlo
Entonces, lo no visto,
lo no oído
y lo no tocado
se presentan como una misma cosa.
Su ascenso no trae amanecer,
su descenso no trae oscuridad.
Sigue y sigue, innombrable,
regresando a la nada.
Acércate a ello y no tiene principio.
Síguelo y no tiene final.
No puedes conocerlo, pero puedes ser parte de ello,
sentirte cómodo con tu propia vida.
Descubrir cómo han sido siempre las cosas
hace que estés en armonía con el Camino.

DYER

martes, 9 de agosto de 2011

"Las edades del hombre"





La Iglesia a lo largo de los siglos ha sido una de las mayores promotoras de arte con objeto de acercar al hombre a Dios a través de la belleza. La contemplación de la belleza ensalza al hombre y lleva al que es su origen. En relación con este uso secular que la Iglesia ha realizado del arte no hay que olvidar un acontecimiento que ha traspasado las fronteras de nuestro país. Se trata del proyecto de "Las Edades del Hombre". Desde el año 1988 la Iglesia en Castilla y León se planteó un reto que aún sigue vivo y que ha sido una clara muestra del diálogo fe y cultura que la Iglesia ha fomentado a lo largo de los siglos y lo sigue haciendo hoy. Las Edades del Hombre han ido sacando a la luz, de modo paulatino y pedagógico el arte secular, maravilloso y muchas veces oculto de nuestras Iglesias. Los guiones explicativos, el maravilloso marco de los templos y el propio arte han maravillado a propios y extraños, los unos porque desconocían la que tenían entre manos, los otros porque han contemplado unido no solo en el espacio sino en el contexto todo un misterio, el divino, que sustenta al hombre que nace, vive y muere. Después de haber recorrido las ciudades sedes episcopales de las diócesis de Castilla y León, las capitales de provincia y algún otro lugar de la región y del extranjero, Las Edades del Hombre han vuelto a Valladolid, tierra que vio nacer este proyecto y se han elegido dos ciudades como sedes de una única exposición: Medina de Rioseco y Medina del Campo. En esta ocasión, el tema elegido ha sido la pasión de Jesucristo, la Passio. A través de distintas obras de arte, objetos litúrgicos, libros y documentos, se muestra y se invita a contemplar el misterio pascual: la muerte y resurrección de Cristo.
Obras de arte seculares en diálogo con otras modernas nos guian por el relato de la Pasión, por la reflexión y plasmación artística que ha provocado la muerte de Cristo a lo largo de los siglos. Por una parte, se evoca el relato evangélico, la Historia, lo que algunos de los testigos directos guardaron en su retina y en su memoria y luego contaron. Esto ocurre en la iglesia de Santiago de los Caballeros, en Medina de Rioseco, donde un relato continuo nos lleva de la Última Cena del Señor con sus discípulos hasta la Resurrección, hasta el Cristo resucitado que espera en Galilea para reencontrarse con sus discípulos y enviarles a anunciar la Buena Nueva al mundo. Por otra parte, también se habla, en la exposición, de la plasmación artística del pensamiento teológico y de la reflexión sobre la Pasión. Imágenes y simbología que, a lo largo de la Historia, han servido para transmitir la hondura, el significado y la trascendencia de la redención operada por la muerte y resurrección de Cristo. Es la iglesia de Santiago el Real, en Medina del Campo, la que acoge esta parte de la muestra, que se articula en cinco capítulos, con títulos que nos dan idea de lo que cada uno contiene: Ecce Homo (He aquí el Hombre), Agnus Dei (El cordero de Dios), Fons et culmen (La eucaristía fuente y culmen de la fe), Dulce Lignum (El dulce leño de la Cruz), Via Crucis (el camino de la Cruz). Cristo y el hombre, la entrega de aquél y el beneficio de éste, el alimento para el camino, el sentido de la cruz, el camino del hombre con su propia cruz, la cruz como la de Cristo sobre nuestros hombros.

jueves, 4 de agosto de 2011

Vive la sabiduria del Tao

La alabanza y la deshonra causan temor.
La posición elevada aflige en demasía a tu persona.
¿Por qué causan temor la alabanza y la deshonra?
Buscar alabanzas resulta degradante:
temible cuando se obtienen;
temible cuando se pierden.
¿Por qué gozar de tan prestigio aflige a tu persona?
La razón de que tengamos muchos problemas
es que poseemos un yo.
Si no tuviéramos un yo,
¿acaso tendríamos problemas?
El verdadero ser del hombre es eterno,
y sin embargo piensa:"Yo soy este cuerpo y pronto moriré".
Si no tuviéramos cuerpo, ¿acaso sufriríamos calamidades?
El que se ve igual que todo
es digno de ser guardián del mundo.
El que se ama como ama a todos
es digno de ser maestro del mundo.

DYER

martes, 2 de agosto de 2011

Las 3 Preguntas


¿Quién Soy? ¿Adónde Voy? ¿Con Quién?
(Jorge Bucay)
"¿Quién soy? ¿Adónde voy? ¿Y con quién? “Tres desafíos, tres caminos, tres preguntas para contestar en ese riguroso orden. Para evitar la tentación de dejar que sea quien está conmigo el que termine decidiendo adónde voy. Para evitar caer en el error de definir quién soy a partir de quién me acompaña. Para no pretender definir mi rumbo desde lo que veo del tuyo. Para no permitir que nadie quiera definirme en función del rumbo que elijo y mucho menos confundir lo que soy con esta parte del camino que voy recorriendo"". Jorge Bucay Muchas de las ideas de este libro fueron publicadas con anterioridad en la colección Hojas de ruta (El camino de la Felicidad, de la Alegría, de las Lágrimas y de la Autodependencia). Hoy, actualizadas y reordenadas por el autor, son una excelente guía en la búsqueda sincera a las preguntas que todos nos hacemos desde siempre."

lunes, 1 de agosto de 2011

"El Ramadán"

Del_1_al_30 de agosto de 2011 tendrá lugar el Ramadán, período de recogimiento y oración, abstinencia alimentaria y sexual para la religión del Islam

Los objetivos son alcanzar los eternos valores de la paciencia y la humildad, así como ayudar al más necesitado. Con esa intención, los millones de musulmanes que se diseminan por todo el planeta (hasta 1.200 según diversas fuentes) emprenden un ayuno diario y obligatorio desde antes del alba hasta que se pone el sol.

Tan sólo pueden ingerir alimento cuando llega la noche, al acercarse el momento de la oración. Es el Ramadán, que este año comenzará el 1 de agosto y concluirá el día 30 de ese mismo mes. Se trata del noveno mes lunar, octavo mes en el calendario islámico (Sha’ban).

La fuerza del ayuno para los musulmanes durante este mes se consolida gracias a varios aspectos muy a tener en cuenta, como inculcarse la intención de la abstinencia alimentaria antes de la primera oración del día (fayr), tomar algo antes del salat dirigido a Alá, aunque apenas sea un vaso de agua, y algo antes de la oración de la noche, así como la renuncia a toda relación sexual. Gracias a todo ello, el musulmán podrá alcanzar un estado de paz que le permita la conciencia plena y sobre todo, divina.

El ayuno se convierte en una obligación para todo musulmán adulto y sano de juicio, sea hombre o mujer. Sin embargo, para cumplir con este trascendente precepto, las mujeres deben estar fuera del período fisiológico de la menstruación y del puerperio (ciclo inmediatamente posterior al parto).
De esta forma, ni los menores de edad, embarazadas, los ancianos con escasas fuerzas físicas cuya salud corre riesgo ni los enfermos mentales tienen la obligación de ayunar durante el Ramadán.

También resulta de suma importancia la lectura del libro sagrado para el Islam, el Corán. Se debe intensificar su lectura mientras dura el ayuno. Y usar el siuák, un trozo de rama de un árbol especial de Arabia que utilizan como cepillo de dientes.

Pero no todo son restricciones. Durante el Ramadán, los musulmanes pueden, entre otras cosas, ducharse, bañarse y sumergirse en el agua, ponerse una inyección, besar a la pareja, tragar saliva, utlizar maquillaje y, lo más importante para cualquier ser humano: comer, beber y mantener relaciones sexuales desde que se rompe el ayuno, desde la puesta de sol, hasta el nuevo período de abstinencia, es decir, a la salida del alba.

Una vez que finaliza el Ramadán, los musulmanes celebran una fiesta (Eid al-Fitr) que marca el fin del recogimiento espiritual y físico.
Ésta llega a prolongarse durante tres días, en la que, para recobrar plenas fuerzas, los dulces y las bebidas sin alcohol son los protagonistas.

La festividad se inicia después del ocaso del último día del Ramadán. Los adeptos al Islam la acompañan con una plegaria oracional. Los adultos estrenan ropas nuevas en tal señalado día, mientras que los niños reciben regalos y dulces entregados por sus seres queridos como símbolo de fraternidad. Y así hasta el año que viene…