Seguir llenando no es tan bueno como parar.
Si te llenas las manos de agua, estas gotean.
Es mejor dejar de verter.
Si afilas demasiado un cuchillo,
pronto perderá el filo.
Si llenas tu casa de jade y oro,
ello te traerá inseguridad.
si te hinchas de honores y orgullo,
nadie podrá salvarte de la caída.
Retírate cuando el trabajo esté hecho;
ese es el modo en que actua el cielo.
DYER
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