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domingo, 22 de abril de 2012

El Día de la Tierra

El Día de la Tierra debe servir para concienciarnos sobre nuestro planeta. Los problemas ambientales no deben quedar relegados a un segundo lugar porque estemos en medio de una recesión económica, sino todo lo contrario. El medio ambiente y sus servicios a la sociedad deben ser puestos en valor y entendidos como la gran oportunidad para poder cambiar lo que sin remedio llega, nuestra obligada relación de sostenibilidad con la Tierra, con los recursos naturales y los seres vivos. Las nuevas oportunidades económicas y sociales se pintan "en verde" porque no podemos consumir el planeta y esperar seguir viviendo en ella, sin consecuencias graves para el hombre.
El día de la Tierra se celebró por primera vez el 22 de abril desde 1970 en Estados Unidos, curiosamente el país que más contamina pero que pronto será desbancado por China. Surgió en plena ola de pacifismo contra la guerra de Vietnam y ocho años después de la publicación del libro de Rachel Carson "La primavera silenciosa", que comenzó a poner de manifiesto la relación entre organismos vivos, medio ambiente y salud, fundamentando las bases de los movimientos ecologistas posteriores.
El día de la Tierra capitalizó la conciencia emergente en Estados Unidos de principios de los años setenta del siglo pasado; la idea surgió del senador demócrata por Wisconsin Gaylord Nelson tras presenciar los estragos producidos por el derrame de petróleo de 1969 en Santa Bárbara, California. Inspirado en el movimiento anti-bélico estudiantil, se dio cuenta que se podría conducir esa energía hacia una conciencia pública acerca de los problemas derivados de la contaminación del aire y del agua, lo que obligaría a la protección del medio ambiente como parte de la agenda política nacional. El senador Nelson persuadió a Pete McCloskey, congresista republicano californiano, ambos orientaron sus acciones políticas hacia la conservación ambiental (Ley de Especies en Peligro de 1973); contactaron con Denis Hayes para que fuera el coordinador nacional del primer Día de la Tierra, siendo Hayes posteriormente, director del Instituto de Investigación en Energía Solar, núcleo del actual Laboratorio Nacional de Energías Renovables. El consenso político cuajó en la sociedad y esta respondió. La consecuencia fue que el 22 de abril de 1970, 20 millones de estadounidenses tomaron las calles, parques y auditorios para manifestarse por un ambiente saludable y sostenible. Miles de colegios y universidades organizaron protestas contra el deterioro del medio ambiente. Los grupos que habían estado luchando contra la contaminación, los residuos tóxicos, la pérdida de espacios naturales y de biodiversidad, se dieron cuenta que compartían valores comunes y que podían actuar en común.
Ese día se alcanzó el raro consenso político tan deseable, republicanos y demócratas, compartido por gentes de todas las clases sociales. Ese día condujo a la creación de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos, la conocida EPA que es un modelo a seguir, derivando en la aprobación de leyes tan relevantes como la Ley de Aire Limpio (Clean Air Act, 1970) que ha propiciado en una reducción importante de los niveles de contaminación atmosférica de las ciudades norteamericanas como se refleja en los datos de estos últimos años.
Cuando se acercaba la celebración de 1990, un grupo de líderes ambientales pidió a Denis Hayes que organizara otra gran campaña, esta vez global, movilizando a 200 millones de personas en 141 países. En el año 2000, de nuevo Hayes consiguió que, centrados en el cambio climático, participaran más de 5000 mil grupos y 184 países, destacando en este evento el uso de Internet para la organización de este evento mundial. En el año 2010 el gran reto se planteó frente a los grupos de presión que pretendían negar el cambio climático originado por el hombre, lo que se tradujo en numerosas acciones entre las que destacamos la iniciativa del director de "Avatar", James Cameron, para que se plantaran un millón de árboles.
Este año 2012, la lucha por un medio ambiente limpio continúa en un clima de creciente urgencia, debido a que los estragos del cambio climático se vuelven más evidentes cada día. El gran reto de este año es llamar la atención de que el planeta, o lo que es lo mismo nosotros, no podemos esperar más. Es fundamental canalizar nuestro conocimiento hacia la construcción de un mundo saludable, sostenible y diverso para las generaciones venideras. Debemos de tomar conciencia que el tiempo para reaccionar cada día es menor.

Fuente:
José Navarro Pedreño también es miembro de la
Sociedad Española de la Ciencia del Suelo (SECS), European Society for Soil Conservation (ESSC), DessertNet International (DNI)l, WWF-España y Real Sociedad Española de Química (RSEQ).

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