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miércoles, 28 de abril de 2010

La balanza del amor


En todos los objetos donde hay dos partes hay que intentar que ambas encajen lo mejor posible. Con la pareja pasa exactamente lo mismo, o se encuentra el equilibrio o hasta siempre.
Por eso es bueno dejar parte del peso de la relación a tu pareja y quedarte tú con la otra parte. Ninguno de los dos debe ir tirando del carro o proponer siempre lo que váis a hacer. Lo interesante es repartirse un poco las “tareas” de la pareja.
Pero para eso también hay que aprender un poco a ceder. Por ejemplo, si te apetece ir a un concierto de música que ella/él odia pues la semana que viene te toca hacer lo que tu pareja te pida.
Eso no es perder autoridad ni nada parecido. Se trata de encontrar el equilibrio y quien dice ir a un concierto también dice hacer el resto de labores propias de la pareja. Encontrarlo es complicado, lo sabemos, pero ese debe ser tu objetivo principal.
¿Por qué? pues está muy claro. La persona que te acompaña en la vida se enamoró de ti por una serie de aspectos inexplicables, probablemente porque vería en ti una persona fuerte, segura de sí misma, atractiva…etc. Si con el tiempo vas tachando virtudes de tu lista el fin empieza a acercarse.
Quizás penséis que soléis ceder más que vuestra pareja, que siempre os toca a vosotros…etc. pues todo eso se puede hablar, se puede proponer el cambio pero no se debe, al menos eso pensamos, hacer la guerra por nuestra cuenta. Una pareja no se rompe por una sola cosa sino por una cadena de causas que terminan en esa consecuencia. Si te interesa lucha por tu pareja y si no déjala.

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