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viernes, 30 de septiembre de 2011

Luz para el camino

Había una vez, hace cientos de años en una ciudad de Oriente, un hombre que caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida.
La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella.
En determinado momento, se encontró con un amigo. El amigo lo reconoció y le preguntó: ¿Bruno qué haces con una lámpara en la mano, si tu eres ciego?
El ciego le respondió: Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco las calles de memoria. Llevo la luz encendida para que otros encuentren su camino cuando me vean...

No sólo es importante la luz que me guía a mí, sino también la que yo uso para que otros puedan también servirse de ella.

Podemos alumbrar nuestro propio camino y también ayudar con nuestra luz a que otros encuentren el suyo.

Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil. Muchas veces en lugar de ser luz y alumbrar a los demás, les aportamos nuestras propias sombras y les oscurecemos y dificultamos mucho más el camino.
Son las sombras del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento...

jueves, 29 de septiembre de 2011

Vive la sabiduria del Tao

Renuncia a aprender y quedarás libre
de todas tus preocupaciones.
¿Qué diferencia hay entre el si y el no?
¿Qué diferencia hay entre el bien y el mal?
¿Debo temer lo que otros temen?
¿Debo temer la desolación cuando hay abundancia?
¿Debo temer la oscuridad
cuando esa luz está brillando en todas partes?
En primavera, algunos van al parque o se asoman en la terraza,
pero solo yo voy vagando sin saber donde estoy.
Como un niño recién nacido, antes de aprender a sonreír,
estoy solo y no tengo a donde ir.
La mayoría de la gente posee demasiado.
Solo a mí me parece que me falta algo.
Mi mente es la de un ignorante
en su simplicidad sin adulterar.
No soy más que un invitado en este mundo.
Mientras otros se apresuran para que se hagan las cosas,
yo acepto lo que se me ofrece.
Solo yo parezco tonto,
ganando poco y gastando menos.
Otros se esfuerzan por ganar fama,
yo evito estar expuesto a la vista de los demás,
prefiriendo que me dejen en paz.
Verdaderamente parezco un idiota.
Sin mente no hay preocupaciones.
Me dejo llevar como una ola en el océano.
Soplo, como el viento, sin objetivo alguno.
Todos los hombres encajan en su lugar.
Solo yo soy terco y me quedo fuera.
Pero lo que me diferencia de los otros,
es que sé obtener sustento de la Gran Madre.

DYER

sábado, 24 de septiembre de 2011

LOS BENEFICIOS DEL EJERCICO FISICO EN LA TERCERA EDAD

Se considera que las personas mayores de 65 años son de la tercera edad.Esta es una etapa en la que para algunos comienza el sedentarismo, la falta de actividad física y el final de su trabajo en algunos casos. La pérdida del ritmo cotidiano laboral y el estado psíquico comienzan a jugar en contra de la salud. Por eso, sabemos de los beneficios de la actividad física que favorecen una mejor calidad de vida sin importar la edad.

El ejercicio reduce el riesgo cardíaco, mejorando la hipertensión arterial, los valores elevados de glucemia en la diabetes, la resistencia a la insulina, controla el peso, baja los niveles de colesterol malo (LDL) y eleva los del colesterol bueno (HDL). Además, mejora el estado de ánimo en especial la depresión, el sueño, la agilidad mental, facilita un mejor tono muscular y flexibilidad lo que posibilita una buena deambulación evitando las caídas, previene la osteoporosis en especial en las mujeres, previene el cáncer de colon además de aumentar la integración social.

Hay un importante beneficio del estado cardiovascular, con mejor capacidad respiratoria y de la reserva coronaria.

Diríamos que es en esta edad, cuando muchos individuos sufren o padecen un sin número de enfermedades. Pero si se realiza actividad física, las personas obtienen una buena calidad de vida. Es el caso, por ejemplo la actividad física aplicada a las personas que padecen artrosis, mejora la movilidad de su cuerpo,con menos o sin dolor, etc.

Lo aconsejable para toda persona que quiera comenzar actividad física es, en primer lugar realizar una evaluación cardiológica para determinar qué actividad puede realizar, intensidad del trabajo, tiempo, frecuencia semanal, etc.

Lo recomendable es el ejercicio de tipo aeróbico que utiliza más el oxígeno, como el caminar, trotar, bailar, nadar, andar en bicicleta, etc. Evitar la sobrecarga y los saltos, ya que las articulaciones de las personas mayores no siempre están en las mejores condiciones para soportar un peso o el choque.

La intensidad del trabajo físico debe ser suave a moderada, la frecuencia puede ser diaria o de 3 veces a la semana, sugiriendo comenzar con 20 minutos e ir progresando hasta los 60 minutos. El médico lo orientará en el tipo de actividad más conveniente y en general la frecuencia cardíaca sugerida estará entre el 60% y el 80 % de la máxima.

La Organización Mundial de la Salud consideró de vital importancia realizar actividad física 30 minutos diarios, ya que disminuye en un 34% el riesgo de infarto de miocardio y de accidentes cerebro-vasculares, siendo avalado por distintas entidades médicas del mundo que actualmente continúan con esa política de difusión. Se calcula que el 80% de los ataques cardíacos pueden ser prevenidos.

Siempre se debe considerar que la supervisión debe ser realizada por personal idóneo, tener en cuenta el rol de la alimentación e hidratación, la entrada en calor o calentamiento previo, la elongación, el clima, la vestimenta, el tipo de calzado y si presentara algún síntoma, suspender la actividad y consultar a un médico.

Conclusión
No hay dudas de que la actividad física mejora el estado físico y psíquico de las personas. En el caso de la tercera edad, muchos tienen patologías y están controlados. Se sabe, sin ir más lejos, que la artrosis mejora con la actividad aeróbica, en especial la natación, porque disminuye la sobrecarga por la flotación. También en el caso de otras enfermedades, no debemos olvidar que el sujeto adquiere mayor movilidad y flexibilidad para realizar la actividad cotidiana.

LA ACTIVIDAD FÍSICA NO SÓLO MEJORA LA CALIDAD DE VIDA EN LA TERCERA EDAD, SINO QUE AUMENTA LA INTEGRACIÓN SOCIAL, FUNDAMENTAL PARA SACAR EL FANTASMA DE LA SOLEDAD.

Autor: Norberto Debbag

jueves, 22 de septiembre de 2011

Vive la sabiduria del Tao


Renuncia a la santidad, renuncia a la sabiduría,
y será cien veces mejor para todos.
Renuncia a la moralidad y a la justicia,
y la gente hará lo correcto.
Renuncia a la industria y al beneficio,
y no habrá ladrones.
Todas esas cosas son tan solo formas externas;
no son suficientes en sí mismas.
Es más importante ver la simplicidad,
comprender nuestra propia naturaleza,
renunciar al egoísmo
y templar el deseo.

DYER

miércoles, 21 de septiembre de 2011

LLega el Otoño

ES EL OTOÑO,

LOS PÁJAROS SE VAN,

EL DÍA ES MÁS CORTO,

EL FRÍO EMPIEZA YA.

ES EL OTOÑO,

LAS HOJAS SE CAEN YA

Y UNA ALFOMBRA AMARILLA

EL SUELO CUBRIRÁ.

martes, 20 de septiembre de 2011

¿Quién se ha llevado mi queso?


¿Quién se ha llevado mi queso? Una manera sorprendente de afrontar el cambio en el trabajo y en la vida privada, publicado en 1998, es un libro de motivación escrito por Spencer Johnson en el estilo de una parábola. Describe el cambio en el trabajo y la vida, y cuatro típicas reacciones al citado cambio con dos ratones, dos "liliputienses", y sus búsquedas de queso. Un bestseller empresarial de New York Times desde el lanzamiento, ¿Quién se ha llevado mi queso? permaneció en la lista por casi cinco años y pasó sobre doscientas semanas en la lista de no ficción de pasta dura de Publishers Weekly.

Argumento
La narración comienza presentando a los cuatro personajes protagonistas de la fábula: los ratones “Fisgón” y “Escurridizo” y los liliputienses “Hem” y “Haw” y sus búsquedas de queso en un laberinto que representa el mundo real. Los ratones buscan un queso simple, mientras que los liliputienses buscan un Queso con mayúscula que representa cualquier cosa que queramos alcanzar (la felicidad, el trabajo, el dinero, el amor).

Cada uno encontró un día su propia clase de queso en el depósito de Queso Q. Cada vez se sentían más cómodos y trasladaron sus hogares para estar más cerca y crear su vida social alrededor de ese lugar. Hem y Haw se sentían tan a gusto que no se dieron cuenta de que la provisión de queso disminuía cada día que pasaba.

Un día los ratones llegaron al depósito de Queso Q y descubrieron que no había queso. Los ratones sí se habían percatado de que cada día había menos queso y el cambio no los cogió desprevenidos. Instintivamente, se pusieron las zapatillas de correr y partieron en busca de Queso Nuevo.

Más tarde llegaron los liliputienses que no estaban preparados para descubrir que no había Queso. Mientras que los ratones se habían puesto en marcha con rapidez, los liliputienses continuaban indecisos sin saber que hacer. Volvieron a sus casas con hambre y desanimo. Regresaron al día siguiente al depósito Sin Queso para comprobar que el Queso seguía sin estar ahí. Hem creía tener derecho al Queso mientras que Haw sugirió buscar algo de Queso Nuevo, a lo que Hem se negó.

Mientras los liliputienses seguían indecisos los ratones ya se habían puesto a buscar Queso Nuevo en el laberinto hasta que finalmente llegaron al depósito de Queso N donde encontraron una gran reserva de Queso Nuevo.

Mientras, Hem y Haw seguían regresando cada día al depósito de Queso Q, limitándose a esperar. Un día se les ocurrió que quizás el Queso pudiese estar detrás de la pared por lo que al día siguiente abrieron un agujero en la pared del depósito de Queso Q pero no encontraron ningún Queso.

Un día Haw se calzó las zapatillas de correr y se dispuso a explorar el laberinto, pero no logró convencer a Hem para que lo acompañara.

Durante algunos días fue encontrando un poco de Queso aquí y allá. Más tarde comprendió que el Queso del depósito de Queso Q no había desaparecido de repente, y que se si hubiese mantenido alerta el cambio no le habría cogido desprevenido. Algo más tarde se encontró con un prometedor depósito de Queso que resultó estar vacío. Continúo inspeccionando el laberinto y superando sus miedos. Al poco tiempo distinguió un depósito de Queso con trozos de Queso Nuevo en la entrada, pero al entrar descubrió que también estaba vacío. Alguien había estado allí y llegó a la conclusión de que si hubiera llegado antes muy probablemente habría encontrado una buena provisión de Queso Nuevo.

Decidió volver sobre sus pasos para comprobar si Hem se unía a él en la búsqueda de Queso Nuevo. Llegó al depósito de Queso Q y le ofreció unos trozos de Queso Nuevo a Hem pero éste los rechazó ya que no creía que le fuese a gustar y solo quería que le devolviesen su propio Queso. Algo más tarde, Haw volvió a marcharse solo y regresó al punto más alejado que había alcanzado en el laberinto.

Durante unos días encontró un poco de queso aquí y allá hasta que un día encontró el Queso Nuevo en el depósito de Queso N. Allí descubrió la presencia de los ratones que ya llevaban allí desde hacía un tiempo. Se saludaron y Haw se dedicó a probar sus Quesos favoritos. Haw pensó en volver al depósito de Queso Q y encontrar a Hem pero comprendió que ya había intentado que su amigo cambiara. Hem tendría que encontrar su propio camino.

Para evitar que el cambio le volviera a coger desprevenido Haw comprobaba cada día el estado en el que se encontraba su Queso y aunque disponía de grandes reservas realizaba salidas por el laberinto para explorar zonas nuevas y no aislarse en su zona de comodidad. En una de esas salidas escuchó un sonido de un movimiento en los recovecos del laberinto y pensó que podría ser Hem y confió en que quizá, por fin, su amigo fuera finalmente capaz de moverse con el Queso y disfrutarlo.

lunes, 19 de septiembre de 2011

La Marcha Tersiana

¿QUÉ ES LA MARCHA TERESIANA?
Es uno de los “regalos” que nos dejó Teresa de Jesús el año que nos
preparábamos a celebrar el IV Centenario de su muerte y que nos hacen experimentar
que ella sigue estando viva y presente en medio de nosotros.
Aquel año de 1981 nos impulsó a tener con ella la experiencia de ser caminantes,
hombres y mujeres en marcha, bajo el impulso del Espíritu, buscando la Alta Vida.
Y eso hicimos. Rememoramos su último viaje terrenal, de Medina del Campo a
Alba de Tormes, para buscar, de su mano, al Señor que había dado sentido a su caminar
y sigue dando sentido también hoy al nuestro.
Lo que empezó como una aventura, se convirtió en una profunda experiencia
humano-religiosa que nos animó a repetirla una y otra vez. Lo hicimos caminando, a
ritmo de carreta tirada por una mula, por la misma calzada, atravesando los mismos
pueblos y en las mismas fechas, llegando a la Villa Ducal, como ella, la víspera de San
Mateo, al caer de la tarde. Y hemos continuado haciendo lo mismo durante 30 años.
Cada año, como el polvo del camino, que es siempre nuevo, hemos vivido
experiencias nuevas y enriquecedoras. Los mismos sitios, pero distintos aires, distintas
caras. La misma Teresa de Jesús, pero distinta su palabra, su presencia.
El amor lo regenera todo y hace que cada acontecimiento que nos parece repetido
tenga un sentido nuevo.
Porque nos sentimos hombres y mujeres amados, por Dios y por los hermanos,
nos disponemos, una vez más, a recorrer el mismo y nuevo camino para afrontar nuevos
retos y seguir descubriendo la riqueza insondable del amor en Dios y en los hermanos, y
queremos que TERESA DE JESÚS sea un año más la maestra que nos acerque al que
fue el suyo y la doctoró en la Maestría de la oración: JESÚS DE TERESA.
¿QUÉ IDEA ANIMA LA XXXI EDICIÓN?
“FIRMES EN LA FE”
En la edición del año pasado pusimos el énfasis en la Cruz, para adelantarnos en
la preparación de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Una vez celebrada la visita
del Santo Padre a España para reunirse con los jóvenes del mundo que están dispuestos
a venir a celebrarla junto al Papa, queremos dar testimonio de que es Jesucristo la fuente
de la Vida, en Él estamos arraigados.
No hay miedo a decir que somos cristianos porque vamos a testimoniar la alegría
de sabernos bien enraizados en la fuente de la alegría. Es Jesucristo. Y vamos a
descubrir y decir, ayudados por Teresa de Jesús, que queremos vivir “FIRMES EN LA
FE”. Teresa nos hablará de su vida, de cómo llegó ella a tener esa firmeza y confianza
en Él, y lo que vivir así la supuso de felicidad.
La fe en Jesucristo se puede vivir ahora como en tiempos de Teresa, no varía, por
eso nuestro logo une una “F” de trazos fuertes y rápidos, propios de nuestra época
moderna, y otra “f” más estilizada, trabajada y definida, que pertenece a la caligrafía de la
Santa. Conjugar las mentalidades y aprender de quien supo con su vida testimoniar una
firmeza en Cristo como pocas ha habido en la Historia de la Humanidad. Ese es el fin de
cada edición de la Marcha Teresiana,
Animamos, por tanto, a todo aquel que quiera, a volar alto en esta edición, a
sentirse vivo en un grupo de peregrinos guiados por la Palabra de Dios y la genial pluma de Santa Teresa a unirse a la aventura.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Vive la sabiduria del Tao



la acción surge del corazón.
Cuando la grandeza del Tao está ausente,
la acción surge de las reglas que dictan
"la bondad y la justicia".
Si necesitas reglas para ser bondadoso y justo,
si actúas como si fueras virtuoso,
es una señal de que la virtud está ausente,
y así vemos la gran hipocresía.
Cuando los hermanos caen en la discordia,
surgen la piedad y los ritos de devoción.
Cuando el país de hunde en el caos,
aparecen leales oficiales;
ha nacido el patriotismo.
DYER

miércoles, 14 de septiembre de 2011

El picador de piedra

Cuenta la leyenda que un humilde picador de piedra vivía resignado en su pobreza, aunque siempre anhelaba con deseo convertirse en un hombre rico y poderoso. Un buen día expresó en voz alta su deseo y cuál fue su sorpresa cuando vio que éste se había hecho realidad: se había convertido en un rico mercader.

Esto le hizo muy feliz hasta el día que conoció a un hombre aún más rico y poderoso que él. Entonces pidió de nuevo ser así y su deseo le fue también concedido. Al poco tiempo se cercioró de que debido a su condición se había creado muchos enemigos y sintió miedo.

Cuando vio cómo un feroz samurai resolvía las divergencias con sus enemigos, pensó que el manejo magistral de un arte de combate le garantizaría la paz y la indestructibilidad. Así que quiso convertirse en un respetado samurai y así fue.

Sin embargo, aún siendo un temido guerrero, sus enemigos habían aumentado en número y peligrosidad. Un día se sorprendió mirando al sol desde la seguridad de la ventana de su casa y pensó: "él si que es superior, ya que nadie puede hacerle daño y siempre está por encima de todas las cosas. ¡ Quiero ser el sol !".

Cuando logró su propósito, tuvo la mala suerte de que una nube se interpuso en su camino entorpeciendo su visión y pensó que la nube era realmente poderosa y así era como realmente le gustaría ser.

Así, se convirtió en nube, pero al ver cómo el viento le arrastraba con su fuerza, la desilusión fue insoportable. Entonces decidió que quería ser viento. Cuando fue viento, observó que aunque soplaba con gran fuerza a una roca, ésta no se movía y pensó: ¡ ella sí que es realmente fuerte: quiero ser una roca ! Al convertirse en roca se sintió invencible porque creía que no existía nada más fuerte que él en todo el universo.

Pero cuál fue su sorpresa al ver que apareció un picador de piedra que tallaba la roca y empezaba a darle la forma que quería pese a su contraria voluntad. Esto le hizo reflexionar y le llevó a pensar que, en definitiva, su condición inicial no era tan mala y que deseaba de nuevo volver a ser el picador de piedra que era en un principio.

Marc E. Boillat de Corgemont Sartorio

martes, 13 de septiembre de 2011

El fantasma


Esta es la historia de un joven que no podía dormir casi nunca puesto que un fantasma espectral le aparecía en sueños y le angustiaba revelándole todos los secretos más íntimos que él albergaba, demostrándole así que lo sabía todo acerca de él.

El joven estaba desesperado, hasta el punto que llegó a detestar el momento de acostarse pese al cansancio acumulado. Había visitado doctores y psicólogos, había confesado su problema a amigos, lo había intentado todo, pero sin resultados: el espectro seguía presentándose cada noche y le recordaba todos los rincones más íntimos y dolorosos.

Ya al borde de un colapso nervioso, decidió pedir auxilio de un célebre maestro zen que practicaba en la misma provincia. Fue a ver al maestro que le recibió amistosamente. Tras haberle explicado el dilema, el joven añadió: " Ese fantasma lo sabe todo, absolutamente todo acerca de mí, ¡ incluso conoce mis pensamientos ! No puedo sustraerme a su dominio ". El maestro pensó que la solución no estaba fuera del alcance del chico y le sugirió que hiciera un trato con el fantasma. " Esta noche, antes de acostarte -le dijo- coge un puñado de lentejas al azar y no las sueltes. Luego acuéstate y espera. Cuando el espectro se presente proponle un trato. Dile que si adivina cuántas lentejas tienes en la mano será para siempre tu dueño y que si no lo adivina deberá desaparecer para siempre. Vamos a ver que pasa ".

El chico procedió del modo que le aconsejo el maestro. Poco después de acostarse el fantasma apareció y le dijo: " Sé que intentas librarte de mí. También sé que te has ido a ver aquel bobo del monje zen para que te ayude a echarme, pero tus esfuerzos no te servirán para nada "." Bueno -respondió el joven- ya sabía que me habrías descubierto, así como supongo que indudablemente sabrás cuantas lentejas tengo en el puño ". El fantasma desapareció para no volver nunca jamás. Lo que no sabía el chico no lo podía saber su fantasma.

Por: Marc E. Boillat de Corgemont Sartorio
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lunes, 12 de septiembre de 2011

El Té

Por: Marc E. Boillat de Corgemont Sartorio
Un importante catedrático universitario se encontraba últimamente en extraños estados de ánimo: se sentía ansioso, infeliz y si bien creía ciegamente en la superioridad que su saber le proporcionaba, no estaba en paz consigo mismo ni con los demás. Su infelicidad era tan profunda cuan su vanidad. En un momento de humildad había sido capaz de escuchar a alguien que le sugería aprender a meditar como remedio a su angustia. Ya había oído decir que el zen era una buena medicina para el espíritu.

En su región vivía un excelente maestro y el profesor decidió visitarle para pedirle que le aceptara como estudiante.

Una vez llegado a la morada del maestro, el profesor se sentó en la humilde sala de espera y miró alrededor con una clara -aunque para él imperceptible- actitud de superioridad. La habitación estaba casi vacía y los pocos ornamentos sólo enviaban mensajes de armonía y paz. El lujo y toda ostentación estaban manifiestamente ausentes.

Cuando el maestro pudo recibirle y tras las presentaciones debidas, el primero le dijo: "permítame invitarle a una taza de té antes de empezar a conversar". El catedrático asintió disconforme. En unos minutos el té estaba listo. Sosegadamente, el maestro sacó las tazas y las colocó en la mesa con movimientos rápidos y ligeros al cabo de los que empezó a verter la bebida en la taza del huésped. La taza se llenó rápidamente, pero el maestro sin perder su amable y cortés actitud, siguió vertiendo el té. El líquido rebosó derramándose por la mesa y el profesor, que por entonces ya había sobrepasado el límite de su paciencia, estalló airadamente tronando así: " ¡ Necio ! ¿ Acaso no ves que la taza está llena y que no cabe nada más en ella ?". Sin perder su ademán, el maestro así contestó: "Por supuesto que lo veo, y de la misma manera veo que no puedo enseñarte el zen. Tu mente ya está también llena".

jueves, 8 de septiembre de 2011

Vive la sabiduria del Tao

VERSÍCULO 80
Imagina un país pequeño con pocos habitantes.
Tienen armas y no las utilizan.
Disfrutan trabajando con las manos
y no pierden tiempo inventando
máquinas que ahorran trabajo.
Se toman en serio la muerte y no viajan muy lejos.
Aman tanto sus hogares
que no les interesa viajar.
Aquí tienen barcos y carros,
nadie los usa.
Se conforman con comida sana,
les agrada la ropa práctica,
están a gusto en casas cómodas
y protegen su modo de vida.
Aunque viven a la vista de sus vecinos,
y oyen cantar a sus gallos y ladrar a sus perros,
se dejan en paz unos a otros
mientras se van haciendo viejos y mueren.

DYER

jueves, 1 de septiembre de 2011


Cuando se tiene al mejor gobernante,
la gente a penas sabe de la existencia de éste.
Después viene uno al que aman y elogian.
Después viene otro a quien teme.
Después viene otro más a quien desprecian,
y contra el que se revelan.
Cuando un dirigente no confía en nadie,
nadie confía en él.
El mejor dirigente es aquel que habla poco,
el que nunca habla sin antes pensar,
el que trabaja sin interés propio
y el que no deja huella.
Cuando todo ha terminado, la gente dice:
"lo hicimos nosotros"
DYER