La cara triste del circo

Los animales son sometidos a duros adiestramientos y castigos, que no tienen nada que ver con su comportamiento natural. En sus giras, son obligados a soportar horas de carretera en condiciones extremas y bajo duros climas a los que no están habituados: confinados, sin luz, ventilación, ni agua.
Este es un cruel modo de vida, caracterizado por el aislamiento, el castigo, el miedo y el cautiverio y no es de extrañar que un elefante viva más de 70 años en su medio natural pero solo alcance los 14 o 15 años en cautividad.
Este hecho se repite en todos los animales tan miserablemente utilizados y explica porque estas hermosas criaturas nacidas libres -tigres, leones, cebras, osos y elefantes ..- mantenidos en estas condiciones cada día se vuelven literalmente locos. Separados de sus congéneres, encerrados y amarrados, sometidos a privaciones y frustrados sus instintos naturales, suelen desarrollar conductas neuróticas como movimientos repetitivos e incesantes consistentes en oscilaciones, vueltas, agitación y mordisqueo de los barrotes de sus jaulas, etc., que también se pueden convertir en conductas inesperadamente agresivas.
Acostumbrar a los niños a ver así a los animales es separarlos de la naturaleza y hacer que pierdan el respeto por el resto de los seres.
Es necesaria una educación mediante la cual aprendamos a conocer, disfrutar y respetar la naturaleza y a los animales en libertad, y no a explotarles y poseerles.
Existen circos sin crueldad, que incluyen números acrobáticos, musicales, humorísticos, etc. Que no incorporan animales en sus actuaciones.
POR UN CIRCO SIN ANIMALES:
No vayas al circo!!!!!!!!!!!