
Lo quieto es el señor de la inquietud.
Dándose cuenta de esto,
la persona realizada está serena y centrada
en medio de todas las actividades;
aunque esté rodeada de opulencia,
no se deja dominar.
¿Por qué debería el señor del país
revolotear como un tonto?
Si dejas que te muevan de un lado a otro,
pierdes el contacto con tus raíces.
Estar inquieto supone perder el dominio de uno mismo.
DYER
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