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jueves, 10 de marzo de 2011

Semillas Zen





LOS MONJES HACEN EXCELENTES AMIGOS DEL BIEN

El Buda dijo:" Tener excelentes amigos de bien y mantener buenas relaciones no es la mitad de la Vía; es la Vía misma".
En el Shobogenzo Zuimonki, el maestro Zen Dogen expresó la importancia de tener amigos de bien:" Incluso los estudiantes pusilánimes en la búsqueda de la Vía deberían asociarse con buenos practicantes y aprender de ellos en todas las ocasiones que les sea posible. Sin importarles lo difícil o dolorosa que sea la práctica, dichos estudiantes deberían de buscar su guía". La cálida preocupación de Dogen por los estudiantes laicos se hace extenso eco del comentario del Buda mencionado antes.
La palabra japonesa para designar "monje" o "monacato" deriva del término sánscrito sangha, que significa "grupo" o "unión". Una sola persona no puede formar una Sangha o comunidad de practicantes. Consciente de la debilidad humana, el Buda hizo una amonestación en contra de la práctica solitaria. Solo, es difícil practicar zazen ni siquiera durante una hora, pero si se forma parte del grupo, es posible realizar un retiro intensivo de tres o siete días e incluso llevar una vida monástica durante muchos años.
Zazen no es una competición. Aunque pensemos que podemos practicar en soledad, en realidad no podemos. Como dijo Dogen: "Los practicantes deberían ayudarse unos a otros compartiendo sus energías durante su disciplina espiritual". El hecho de extraer dicha energía del grupo es lo que nos hace posible perseverar en nuestra práctica espiritual. Es por ello que los monjes hacen excelentes amigos del bien.
Venerándole como al maestro que se ha despertado a la verdadera Vía del Buda en cualquier ocasión durante nuestra vida cotidiana, sostenidos por amigos que recorren la misma Vía que nosotros. Si estamos enfermos, lo estamos; si somos pobres, lo somos. Practicamos la Vía en medio de la enfermedad y de la pobreza, confiando en los Tres Tesoros: el Buda, sus enseñanzas (el Dharma) y la comunidad de practicantes budistas (la Sangha).
¿Acaso cualquier felicidad imaginable podría superar a la que nos ha permitido encontrar esta manera de vivir?
SHUNDO AOYAMA

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